Según un artículo publicado en “El Comercio”, más de 1.800 mineros informales no pueden continuar el proceso de formalización debido a “vacíos legales”.
En el artículo se recoge el caso de los mineros del centro poblado Bajo Puquiri, conocido como Delta 1.
Meraldo Umiña, presidente de la Sociedad Nacional de Minería en Pequeña Escala, considera que la raíz del problema es la solicitud del “certificado de desbosque”, que les autoriza el corte de árboles previo al trabajo minero.
Umiña señala que no se sabe qué entidad del Estado entrega ese documento. “Fui al gobierno regional, y ellos no dan ese certificado; Energía y Minas tampoco, igual la autoridad forestal y agraria. No puedo cumplir la ley porque no tengo ante quién hacerlo”, señaló.
Un problema más profundo (y más complejo)
En muchos casos, los derechos mineros están superpuestos con derechos de concesiones forestales lo que causa un problema grave porque un vacío legal impide que los mineros informales puedan formalizarse. El Estado solicita que los mineros en el proceso de formalización “acrediten autorización de uso superficial” pero la norma no aclara qué hacer cuando en la superficie existe un derecho forestal de un tercero.
En la zona permitida para la minería en Madre de Dios hay más de 250 mil hectáreas de bosque que cuentan con un titular forestal (concesiones forestales maderables, para conservación, para ecoturismo, para castaña y para reforestación). Y más del 70% de estas concesiones se encuentran superpuestas con petitorios o concesiones mineras.
Esto ha llevado a que no haya ni un solo minero formalizado hasta el momento en Madre de Dios, pasados más de 15 meses desde que fue aprobada la Estrategia de Saneamiento de las Actividades de la Pequeña Minería y Minería Artesanal.
El Comercio. 23 de agosto del 2015.
Fuente:Alerta Ambiental